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A la hora de crear un blog o cualquier página web se puede caer en múltiples errores relacionados con el SEO que pueden tener un impacto negativo en las visitas. No cumplir con las políticas de Google puede suponer perder posiciones y no alcanzar un buen posicionamiento. Los buscadores disponen de mecanismos para identificar las prácticas poco limpias que tratan de engañar al algoritmo de Google. Conocer los errores más habituales puede servir para no volver a cometerlos.

– Rellenar la página de palabras clave:

Las keywords deben de utilizarse correctamente. No sirve de nada llenar el texto de palabras clave y ponerlas en todas partes. Antes, abusar de las keywords traía resultados positivos, pero el cambio en el algoritmo de Google se esfuerza por detectar contenido spam y de baja calidad, es decir, textos sobre cualquier cosa en los que se abusa de palabras clave. También hay que evitar etiquetar cada post con muchas más etiquetas de las necesarias. Las palabras clave han de ser variadas, estar bien repartidas y en una densidad adecuada. Para más información.

– Contenido duplicado:

Los motores de búsqueda penalizan a los sitios con contenido duplicado, ya que lo relacionan con el spam y los sitios de baja calidad. Existen dos casos:

– Muchas páginas con el mismo contenido, es decir, cuando hay bloques de contenido iguales o que coinciden muchísimo entre sí; como puede ser una tienda online que genera múltiples fichas de un mismo producto con escasas variaciones. En ese caso, el motor de búsqueda puede tener problemas a la hora de elegir que página es la adecuada para posicionar.

– Plagio de contenido de otras webs. En muchas ocasiones el bot de Google puede confundirse y considerar a la web que ha plagiado como emisora del contenido original.

– Enlaces rotos:

Google penaliza a los sitios con enlaces rotos dentro de su estructura. Localizar estos enlaces y corregirlos es una de las tareas imprescindibles en una estrategia de posicionamiento SEO.

– Ignorar las imágenes:

Las imágenes hacen SEO. Si se les presta la atención necesaria las imágenes pueden generar enormes cantidades de tráfico desde los buscadores. No hay que olvidarse del atributo Alt, que hace referencia al texto alternativo que aparecerá cuando la imagen no se haya cargado por alguna razón. Sirve para decirle a los buscadores qué contiene la imagen. El nombre del archivo es también un indicador del contenido de la imagen, debe ser corto y descriptivo, y no es necesario que se incluya tanta información como en la etiqueta Alt. Exif (Exchangeable image file format) es una especificación que permite implementar metadatos en las imágenes, no son visibles para los clientes, pero si son valorados en los buscadores. Además, hay que optimizar las imágenes a un tamaño y una resolución adecuada para que el sitio web no tarde mucho en cargar.

– Compra de enlaces:

Google lucha contra los enlaces fraudulentos. Tanto los de mala calidad como aquellos que muestran indicios de haber sido comprados y no obtenidos de forma natural. Google también penaliza a los participantes de redes y comunidades de enlaces.

– Utilizar siempre el mismo anchor text:

En la variedad está la clave y es importante jugar con distintas combinaciones. No sirve para nada utilizar siempre como anchor text la palabra clave por la que te quieres posicionar. La gran mayoría de los enlaces que apuntan hacia tu página web, un 40% / 50%, deberían ser enlaces que hacen referencia a tu marca, mientras que un 20% deberían ser llamadas a la acción, tipo: pulse aquí, más información, para saber más…

Las redes sociales forman parte de nuestro día a día. Las empresas no son ajenas a este fenómeno y llevan años apostando por tener visibilidad en la mayoría de los medios sociales, pero a menudo lo realizan con un enfoque erróneo, y  lo que es peor, no se dan cuenta de ello. En el siguiente artículo vamos a enumerar algunos de los errores más comunes:

Considerar las opiniones negativas como algo “malo”

Nueve de cada diez marcas cometen este error. Cada vez que reciben un comentario negativo se apresuran a responder con una excusa. Todo el mundo teme que los votos y los comentarios negativos echen a perder su reputación, pero ese es uno de los grandes riesgos que corre una empresa al entrar a formar parte de los medios sociales.

Los comentarios negativos no tienen que verse como “algo malo”, constituyen una oportunidad para mejorar los aspectos negativos de la empresa. Los clientes, especialmente aquellos con opiniones negativas, esperan que la marca les tome en serio, no les vale con una excusa o una disculpa formal. El tono o la manera en que la empresa responda al comentario puede ayudar a que el cliente infeliz mejore su percepción, y a que el resto de consumidores vean a la empresa o la marca de otro modo. Además, una empresa que tenga comentarios negativos y positivos mejora su fiabilidad a ojos de los consumidores.

Ignorar las críticas

Otro error común es ignorar o no responder a los comentarios negativos. Las redes sociales son un camino de dos direcciones. Los usuarios deben de sentirse escuchados, sea cual sea su opinión.

No realizar un uso profesional de las redes sociales

Es necesario contar con una persona cualificada para ejercer la comunicación en los medios sociales. No es un puesto que pueda desarrollar cualquiera. Si no se tienen en cuenta ese punto proliferarán las salidas de tono, los excesos de confianza, los errores ortográficos…

Además, se necesita una estrategia clara y bien definida, y unos objetivos concretos.

Utilizar las redes como elemento de autobombo

Los medios sociales no son únicamente una herramienta de publicidad y autobombo. No debe saturarse al usuario con autopromoción. Se debe buscar contenido de interés para los usuarios, aportándoles información relevante.

Utilizar la misma estrategia en todas las redes sociales

Cada red social es un mundo. Lo que funciona en Facebook no lo hace en Twitter y viceversa. Si una empresa publica constantemente lo mismo en todas sus redes los usuarios no verán la necesidad de seguirla. Hay que tener claros los atributos de cada red social y amoldarse a ellos para sacar el máximo beneficio.

Tampoco se debe estar por estar en todas las redes sociales. Cada empresa debe participar en aquellas redes en las que pueda tener un nicho de mercado.

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